La obsesión por la limpieza puede sonar como una bendición en la época en que vivimos. Estamos tan ocupados que cada vez le restamos tiempo a mantener una vida ordenada y una casa limpia, casa que debe ser nuestro refugio y lugar de descanso.
A lo largo de nuestra vida es muy probable que hayamos conocido a alguien con esta obsesión. Por ejemplo en el cole, la pequeña que tenía su uniforme impecable. Que nunca se despeinaba y ni hablar de sus cuadernos escritos con una caligrafía digna de Word 2010.
Al crecer, esas pequeñas obsesiones con el orden generalmente infundadas por los padres se reflejan en el hogar. Cada cosa en su sitio, limpieza a fondo diaria y ni un solo plato en el fregadero. ¿Qué tiene esto de malo? ¿Cómo lo logran? Muchas veces se trata de un simple deseo de cuidar la casa en la que vivimos y se logra teniendo una organización semanal de la limpieza y perseverancia.
Descubre si tienes una obsesión por la limpieza
Existen casos en los que la limpieza se vuelve una obsesión que desemboca en un trastorno mental. Que puede ser peligroso para la vida afectiva y social de la persona que lo padece.
¿Cómo sé si soy obsesiva de la limpieza?
La limpieza se vuelve patológica en el momento en que la búsqueda de la perfección empieza a causar ansiedad. Para las personas que sufren de esta obsesión nada está lo suficientemente limpio. No pueden concentrarse en otra cosa mientras sientan que alguna partícula de polvo invade las superficies de su hogar. Un indicio claro es cuando la cotidianidad se ve afectada por la obsesión por la limpieza. Es decir, la persona obsesionada por la limpieza es capaz de dejar de hacer cosas como traer invitados o dejar de salir porque no pueden dejar la casa mientras sientan que no está lo suficientemente limpia.
También se puede tener una obsesión por la limpieza personal. Las personas con trastorno obsesivo compulsivo necesitan lavarse las manos de forma excesiva y evitan el contacto con otras personas. Existen casos de celebridades adictas al orden y la limpieza como Cameron Díaz quien no podía abrir las puertas de su casa porque le aterraban las bacterias que podrían estar acumuladas en el pomo de las puertas. Como su caso existen muchos más.
¿Qué hacer en casos de limpieza obsesiva?
Antes de nada puedes consultar en nuestro blog si eres un friki de la limpieza, aunque si no te gustara que tu casa esté impecable no estarías leyendo este post. Recuerda que el deseo por el orden es algo sano y nos ayuda a vivir tranquilos. Solo hay que tener cuidado de que no se nos vaya de las manos.
Para evitar las obsesiones es recomendable hacer de la limpieza del hogar un hábito, tener un calendario semanal de limpieza en el que dediquemos un periodo limitado de tiempo a esta tarea para después seguir con nuestra vida. Si estamos pensando todo el día en la suciedad de nuestro hogar empezaremos a agobiarnos y a obsesionarnos con ese tema, lo que se puede volver peligroso.
Consejos para combatir la obsesión por la limpieza
Otra recomendación que te damos es que no sientas que eres la única persona responsable de la limpieza. Si vives con más personas crea el hábito de limpiar en familia o en grupo, esto hará que la tarea sea menos pesada y hasta puede convertirse en un momento ameno, sin tensiones. De vez en cuando quítate el peso de la limpieza y deja que lo realicen los profesionales. Así te darás cuenta de que puedes confiar en otras personas y aprovecharás más tu tiempo libre.
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