Reconozcámoslo, la limpieza es un engorro. La buena noticia es que con los suministros adecuados y una buena de planificación, puedes minimizar la cantidad de tiempo que normalmente pasarías fregando el azulejo y eliminando el sarro y el moho de tu vivienda.
Hemos hablado con expertos en limpieza para averiguar cómo logran limpiar todas las estancias de una casa de arriba a abajo de forma rápida pero exhaustiva. En las próximas líneas revelamos los mejores trucos para limpiar tu casa limpia en un abrir y cerrar de ojos y como un experto.
1. La organización es la clave, limpia en sistemas
Uno de nuestros colaboradores expertos en limpieza rápida y a fondo de pisos y casas (y propietario de un servicio de limpieza) indica que la clave para reducir el tiempo de limpieza a la mitad es la organización. Se recomienda limpiar la casa en el mismo orden y en «sistemas», es decir, trabajar en una habitación a la vez, y empezar y terminar en el mismo punto de una habitación para no perder tiempo yendo y viniendo.
Para reducir el tiempo, hay que ser coherente, esa es la premisa. Se hace lo mismo cada vez que se limpia, por lo que es una rutina. La rutina es el método, es la mejor forma de limpiar porque la velocidad proviene del método en lugar de las prisas. Aplicando esta práctica realmente puedes limpiar tu casa en la mitad de tiempo.
2. Limpia de arriba a abajo, y de izquierda a derecha
No comiences una habitación limpiando la mesa de centro y luego las persianas, sólo para ver cómo el polvo de las persianas cubre la mesa del centro recién limpia. Nuestra experta en limpieza dice que hay que empezar por la parte superior de la habitación, limpiar el polvo del ventilador del techo por ejemplo, y luego ir bajando hasta el suelo. Asimismo, limpiar de izquierda a derecha garantiza que se cubra toda la habitación en lugar de ir de un sitio a otro.
La mayoría de la gente ve algo y lo limpia, luego mira hacia arriba y ve otra cosa y la limpia, y la suciedad cae sobre lo que acabas de limpiar. Si trabajas de arriba a abajo y de izquierda a derecha, trabajas una vez en lugar de limpiar las zonas que acabas de limpiar.
3. Limpia las ventanas con una escobilla de goma para un acabado sin marcas
¿No consigues el brillo que quieres con trapos y toallas de papel? El arma elegida para dejar tus cristales relucientes es una escobilla de goma para ventanas de calidad profesional. Pon una gota de jabón para platos en un galón de agua, pásala generosamente por la ventana con un paño y luego pasa la escobilla de goma.
Si no quieres usar una escobilla de goma, utiliza un limpiacristales y un paño de microfibra. Cuando limpies con el paño, hazlo con movimientos horizontales y de arriba a abajo. No limpies la ventana frotando en círculos que pueden dejar rayas y evita limpiar el cristal con papel de periódico o toallas de papel que dejan residuos.
4. Usa un plumero de calidad
Los plumeros funcionan muy bien para limpiar persianas, cuadros, rincones y otras zonas. A nosotros nos gustan los plumeros de avestruz que cuestan a partir de 8 euros, porque las plumas se encargan del polvo y las grandes púas no se caen del mango. Es necesario un plumero de alta calidad que quepa en el bolsillo trasero. El plumero funciona bien para la limpieza rutinaria del polvo, pero si se acumula mucho tendrás que pasar la aspiradora o usar un paño, y después pasar el plumero cada dos semanas más o menos.
5. Elimina la grasa de la cocina
La grasa acaba inevitablemente en los armarios de la cocina, especialmente en los que están encima o al lado del fuego. Puedes comprar un limpiador con aceite de naranja para eliminar la grasa, o puedes utilizar un detergente normal para lavar la vajilla que elimine la grasa. El detergente quitará la grasa de los armarios igual que lo hace con los platos.
Mezcle una cucharada de detergente líquido con un galón de agua tibia. Prueba la solución en una zona poco visible pasándola con una esponja o paño limpio para asegurarte de que no dañará o decolorará el acabado. A continuación, aclara con otra esponja y agua caliente.
Para manchas difíciles o acumulaciones que no se eliminan con la detergente mezcla bicarbonato de sodio con agua y frota ligeramente la zona problemática con un paño.
6. El limón como limpiador
Por si no lo sabías, el limón es un producto de limpieza casero que sí funciona, y mucho. Las manchas de óxido en patios, porches, suelos de garajes y calzadas son un engorro, pero no hace falta ácido para eliminarlas. En su lugar, utiliza un limón. El ácido del zumo de limón disolverá el óxido. Corta el limón por la mitad, exprime el zumo sobre la mancha y deja que se absorba durante unos 10 minutos. Para las manchas que han estado en el hormigón durante semanas, meses o más, restriega con un cepillo de cerdas duras. A continuación, aclara el zumo de limón y la suciedad con agua limpia.
7. Elimina el moho en el baño
El moho acecha a los baños que no están bien ventilados porque el agua se queda en las paredes después de la ducha. Usa peróxido de hidrógeno en una botella de spray para combatir el moho. Rocíalo, déjalo reposar de 3 a 5 minutos y matará el hongo. Para evitar que el moho vuelva a aparecer, utiliza un ventilador cuando te duches. Cuando termines, tómate un par de minutos para limpiar el agua de las paredes de azulejos y la puerta de la ducha.
8. Derrota los depósitos de minerales
Si los depósitos minerales del agua dura han manchado tus accesorios de fontanería no los limpies con cepillos o almohadillas de cerdas. Pueden rayar el grifo. En su lugar, utiliza vinagre blanco. Vierte un poco en un paño limpio y limpia los grifos. No hace falta mucho esfuerzo para hacerlos brillar.
9. Mantener el brillo del acero inoxidable
Las huellas dactilares, las manchas y las marcas de agua son los enemigos de los fregaderos y las superficies de acero inoxidable. El aceite mineral puede ayudarte a vencerlas. Vierte un poco de aceite mineral en un paño y límpialo una vez a la semana, esto repele el agua. El aceite mineral también ayuda a evitar que la pasta de dientes y otros elementos se peguen al fregadero, facilitando su limpieza.
10. Hazte amigo de las ‘esponjas de borrar mágicas’
Las ‘esponjas de borrar mágicas’, que son unas almohadillas de melamina de espuma de alta densidad, quitan las manchas cuando nada lo hace. Ten un par en tu carrito cuando estés limpiando. Son ideales para limpiar paredes y casi cualquier superficie de suelo, incluyendo madera, laminado y baldosas.
11. Limpia el microondas como un campeón
El interior de tu microondas probablemente parece una zona de guerra. Desgraciadamente, la comida horneada, especialmente si ha estado asentada durante días o más, puede ser difícil de eliminar.
El truco: haz que el microondas te ayude. Hay que poner una taza de café llena de agua en el microondas y calentarla hasta que esté hirviendo. Esto crea una humedad que afloja todo lo que hay en la parte superior, los lados o el fondo del microondas. A continuación, coge un paño húmedo y limpia las superficies.
12. Usa la aspiradora como aliada
Esto significa, aspirar con eficacia y eficiencia: aspirar toda la longitud de la habitación en línea recta, y luego cambiar de sitio y empezar de nuevo en la parte delantera de la habitación. Hay que aspirar las zonas de mucho tráfico una vez a la semana. Puedes hacerlo rápido, y ponerte el cable por encima del hombro para no luchar contra él. Cuando terminas, queda excelente.
13. Haz de la limpieza una práctica constante
Si realmente quieres reducir el tiempo de limpieza, tienes que limpiar más a menudo. Una vez que hayas limpiado a fondo tu casa, dale un repaso cada dos semanas. Así mantendrás un buen aspecto y te ahorrarás el largo y angustioso trabajo de hacer la limpieza de varios meses a la vez. Además, así se crea una limpieza de mantenimiento en lugar de una limpieza de puesta al día.
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