¿Quedará su fachada mejor protegida después de la limpieza?

Es importante conocer con antelación el tipo de material con el que está construida la fachada para así realizar la limpieza de fachadas más oportuna. 

Generalmente lo más común es encontrar cualquiera de estos tres tipos de suciedad: la que llega por los agentes atmosféricos (lluvia, tormentas, vientos, cambios en las temperaturas, etc.), la que se forma a causa de partículas contaminantes (humo, vapores, polvo, polen, arena, emisiones, etc.), o la que llega directamente de los humanos (pintadas, orina, graffitis o actos vandálicos).

Muchas de esas fuentes de suciedad generan a su vez daños estructurales, por lo que cuando se eliminan, hacen desaparecer también el impacto negativo en la estructura.

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